Ando lloroso. ¿Se dice lloroso? Ando emocionalmente activo. ¿Mejor? Es decir, traigo la lágrima suelta. Y no me falta motivo. Lloro por los vivos y por los muertos, por la experiencia iluminante de conocer gente maravillosa, por todo aquello a lo que debo la posibilidad de escribir estas líneas u otras. Quizás todas. Tal vez ninguna y sólo estoy diciendo cursilerías.
Pero aquí estoy. Recordando con letras diuréticas para los ojos. Escribiendo porque he leído, hablando porque he escuchado, integrando una participación activa en mi absurda vida interna. Absurda por sumirse en un pasado al parecer atemporal en el que personas toman café con libros, en las que vivos conviven con muertos, en las que ilustraciones remueven sentimientos, en las que el agradecimiento se mezcla con el fracaso, en las que los éxitos se codean con el dolor. Y todo esto en una mezcla surrealista de líquido que se forma en alguna parte del ojo para ir rodando en forma de gotas por la cara. Así de simple.
Sin secuencia. La secuencia la pongo yo. Ahora sólo pido un segundo, ¿dónde están las palabras?, ¿las fotos?, ¿en qué baúl de la memoria vive la ausencia?
Quiero desnudarme y por primera vez siento pudor. Quiero hablar del cáncer, de la muerte, del fracaso. Quiero hablar del valor y de los logros, de la admiración y de los sueños. Pero el pudor me impide desnudarme. Porque el pudor me impide despojarme de las ropas que siguen cubriendo a mis instintos, Porque el pudor me impide gritar: ¡Gracias! Gritar ¡Por qué! Quiero desnudarme hoy, desvelar mi más puro delirio. Llorar porque puedo. Por la gente que me rodea y que me ha rodeado, por la ciencia, por el arte. Por todo aquello que ha permitido luchar a quienes luchan. Por todo aquello que me ha permitido darme cuenta del dolor de una parte del pasado. Porque todo aquello me ha permitido descubrir que en medio de mis sueños hay una parte de otros. Porque el pudor me impide desvestirme: demostrar que desnudo no soy yo, sino una mezcla de personas que dan forma a mi persona.
Dolor y valor. Maravilla y egoísmo. Locura y complacencia. Todo aquello que hoy alimenta mis lágrimas. Mujeres valientes. Grandes mujeres. Hombres íntegros. Escritores mágicos. Mujeres de mí y artistas volando. Muchos en un extraño paraíso ya sin cuerpos. Otros conmigo por aquí todavía esperando nuestro turno. Mujeres valientes. En mi vida: en su vida. No son, somos. Años y siglos.
Hoy recuerdo, casi a diez días de la muerte de un amigo. Casi a dieciséis años de la muerte de mi madre. Hoy recuerdo y lloro por los vivos. Por los que luchan. Por las que luchan. Por los que lucharon, por los que me impulsan: por todos aquellos que forman mi yo desnudo.
Lloro feliz por quien sobrevivió para acompañarme en el camino.

Ya te extrañaba... No pensé que las próximas letras que tuviera de ti fueran melancólicas, menos aún, lúgubres... aún así, siempre es un gusto admirar y ser testigo de tu talento.
ResponderEliminarTe desnudas y nos desnudas por que al final todos somos lo mismo una mezcla de personas, de fracasos exitosos, de nuestros muertos y nuestras historias y con el cuerpo formado en su mayoría de ese líquido surrealista, solo algunos mas "llorosos" que otros y otros con el talento para plasmarlo en letras. Que bueno tenerte de vuelta por acá.
ResponderEliminarComo siempre... es un placer a mis ojos tu lectura... nada nuevo en tu desnudez.. algo nuevo en tu recordar y mostrarte tal como es..tal como somos.. conjunto de emociones que abruptamente afloran sin sentido.. besos Cohen
ResponderEliminarTe leí, quería comentar pero me costaba decir algo porque tus palabras las sentí en mi alma.
ResponderEliminarHoy hace 15 días que por primera vez en mi vida, estuve al lado de una persona muy cercana a mi en el momento de su muerte, fue muy doloroso y horrible ver y vivir esos últimos momentos, no quiero recordarlos aunque esa imagen ha quedado grabada en mi memoria y será difícil de olvidar,
He pasado este fin de semana como hacía años no vivía uno así, con amigos de verdad, he podido desconectar totalmente, reír, ser "yo" en todo momento... quizás por eso hoy puedo hablar.
Sólo quiero decirte que siempre es un gran placer leerte... que sigues siendo un GENIO de las letras... que llorar es bueno y necesario... expresar las emociones también y tu lo haces divinamente.
De "El yo desnudo" me encanta cuando dices: "Lloro feliz por quien sobrevivió para acompañarme en el camino".
Besitos...