jueves, 10 de junio de 2010

ERES BELLA EN MI MISTERIO

Una forma interesante de conocerte fue conocerte. Despistado como soy, no me di cuenta de tu belleza hasta que estaba frente a mí, no tenía escapatoria. Ahí estaba, nada había que yo pudiera hacer ante ella entonces, y nada hay ahora que pueda hacer. Como no te conocía, te llamé Belleza. Una interesante forma de bautizarte. Caminamos juntos, tú no lo sabías, pero caminamos juntos un largo rato, de hecho, yo caminé contigo mucho más tiempo. Una de esas ingratitudes de la tía Vida: justo ibas en dirección opuesta a mí, tuve que cambiar mi ruta por completo para ir a tu lado. Y al fina, regresé todo el camino andado con el movimiento de tus piernas, con el vaivén de tu cuerpo. Flotabas, Belleza, flotabas. Y en poco más de media hora lo sabía todo de ti. Y tú sólo sabías de mi una cosa, que existía. Para mí era más que suficiente. Caminaba solo riendo, consultando contigo tantas cosas de mi vida. Caminaba solo contándote de mí. Entendías todo en ese entonces, Belleza. Hoy has perdido esa gracias. Pero me gustas igual, te sigo llamando Belleza, ¿lo ves? A pesar de conocer tu nombre y apellido.
            La tarde después de la tarde en la que nos conocimos, nos volvimos a conocer. Ahí fue donde supe tu nombre y tú te enteraste del mío. Me reconociste. Sí, era yo quien caminó junto a ti una tarde antes. ¡Coincidencias! Sí, ja. Te gusté, lo sé, pero también sé que me gustaste más tú. Tomamos café, luego güisqui, luego nos besamos, luego llegaste a mi casa conmigo. Solos. Borrachos. Un sillón primero, una cama luego. Y ese luego se convirtió en la personalidad de presente y de futuro.  La palabra luego fue equivalente a sexo. Ese es el siguiente episodio, Belleza. ¿Lo recuerdas?
            Con las manos conocí cada hilo de tu ropa, cada costura, cada botón, con las manos te conocí. Comprendí que eras perfecta. Con los ojos comprobé una vez más lo que ya estaba comprobado. Me sentí científico. Fuiste tú mi obra maestra. Te veía una y otra vez como un artista admira a su creación. Eras mía. Cada vez más hermosa. Te había llamado Belleza. No tenías otro nombre, no podías tenerlo. La ropa te ataba a algo, por eso la hice a un lado. Sin sutilezas, simplemente te desvestí casi al mismo tiempo que yo me desvestía. Entre más profundo te veía, más seguro estaba de que eras hermosa. Te besé otra vez. Y otra. Creo que otra. Sin ropa. Otra. Te besé. Te adoré, te hice el amor suavemente, permitiéndome sentir cada movimiento de tu humedad, cada expresión de tu rostro, cada actitud de tus manos. Te observé. Sin ropa. Mía. Te amé, te veneré. Eras mar y yo cometa. Deslumbramos a planetas, a universos, con la unión de nuestro cuerpo. Logramos atraer con un orgasmo al mismo sol. Te gustó eso que hacía con la lengua, me pediste que lo repitiera, estaba dispuesto a hacerlo mil veces más. Gritabas, justo como una noche antes habías gritado en mis sueños. Llegabas a mí a través de tu excitación. Y de tus múltiples orgasmos. A través de tu belleza, de tu sudor. No sé si lo recuerdes porque tu memoria no es buena. Yo no dejo escapar un solo detalle de aquella noche.
            Amaneciste a mi lado un día después de haberte conocido. En la forma tan interesante en la que te conocí. Saliendo de aquél salón. Una tarde cualquiera en la que descubrí que eras bella. Te llamé así, como a tantas otras antes. Debiste de haberme tenido miedo, tal vez debí de habértelo advertido antes de que entraras a mi casa, tal vez antes de hacerte el amor. Tal vez antes de hacerte sentir el orgasmo que me haría perder el control. Hoy te recuerdo mientras tu cuerpo se disuelve en ácido en la tina de mi laboratorio. Bella te llamé. Gracias por mi noche. 

1 comentario:

  1. Uno de las cosas que me gusta de tus relatos...son los finales...pues siempre es una incognita de como sera...sabes combinar tan bien tantas emociones que el resultado son relatos increibles....me gustó como siempre..saludos!!!

    ResponderEliminar

¿Y ÉSTE QUÉ?

Mi foto
Un observador del mundo actual. Leo. Luego escribo. A veces me cuesta trabajo comprender que existo. Pero me gusta observar el mundo actual y plasmarlo en letras. No hay mucho más.

SI BUSCAS...

Subscribe via email

Enter your email address:

Delivered by FeedBurner

Subscribe Now: Feed Icon