martes, 4 de agosto de 2009

LENGUAJE DIGITAL

Siempre he pensado que existen ciertas palabras insustituibles: no se siente igual decir “tonto” o “menso” o “inútil” cuando lo que se tiene en mente es “pendejo”. Cuando hay que decir pendejo hay que decirlo, si no, una parte de la lengua siente que algo le falta, los pulmones no se vacían satisfactoriamente de la misma manera. Darse un golpe en una rodilla y decir ¡Ay, cabrón! No es lo mismo que decir ¡ouch! O ¡ay, mamita! ¡Ay, cabrón! Es ¡ay, cabrón! ¿No?

Lo mismo sucede con ciertas palabras (extranjerismos en su mayoría) que popularmente hemos tropicalizado para utilizar como verbo en nuestra queridísima lengua. Aprovechamos temas de actualidad para convertirlos en verbos (heredando la tradición de nuestro gabacho hermano del norte). Y ¿qué sucede entonces? Que ampliamos nuestro léxico con palabras comunes y conocidas en diversas comunidades, y que no podemos suprimir para referirnos a ciertos temas, especialmente de tecnología. Regresamos al tema de las palabras insustituibles.

Empezamos con la moda de escribir palabras (que generalmente provienen del inglés) en fonética, haciendo alarde del orgullo por nuestra pronunciación. Y Luego comenzamos a utilizarlas como muleta indispensable para definir nuestra personalidad de participantes del nuevo movimiento digital, de la nueva era a la que se está moviendo la civilización. Entonces guguleamos para buscar en la red, tuiteamos para comunicarnos con nuestra nueva personalidad mediática de microblogging (es decir, microbloguing). Definimos nuestro profesionalismo mandando meils (el procesador de texto me corrigió esta palabra para que pusiera mails, pero no lo dejé) y evocamos a nuestra habilidad comunicadora forguardeando lo que más risa o interés nos causa. Nos sentimos parte del feisbuk y posteamos nuestros artículos en los blogs. Blogueamos y participamos en un mundo que cada vez creemos entender mejor.

Hoy somos internacionales y nuestras palabras también, porque tienen personalidad propia. Porque se valen, porque comunican. Porque son insustituibles como decir ¡Ay, cabrón! Cuando algo te duele mucho.

Necesitamos hablar, lo importante es eso, cada vez hay más gente con interés de informarse, leyendo este artículo y muchos otros en el día, intentando saber más, conocer más, hacer algo y cambiar. Si para eso, tenemos que decir tuitear cuando ponemos nuestra aseveración en 140 caracteres, o bloguear cuando escribimos lo que pensamos en una página con determinado formato en la red, pues ni modo: a utilizarlo. No podemos callarnos porque a alguien no le gusta la forma en la que tropicalizamos las palabras. Acuñamos nuestro lenguaje porque estamos acuñando el mundo en el que queremos vivir. Porque nos queremos convertir en guiks y poder tener un nombre.

Vamos a divertirnos con nuestro trabajo y nuestra nueva forma de enterarnos de lo que sucede en Venezuela y en Irak, vamos a hacernos parte del lenguaje de la nueva generación, para que podamos hablar con la misma tranquilidad con la que decimos simplemente “pendejo” a alguien cuando lo merece.

¡A tuitear se ha dicho!

5 comentarios:

  1. A muchos puristas del lenguaje les parecerá una verdadera herejía lo que aquí escribes. A mí no me encantan los "pochismos", pero, desde que escribo sobre tecnología, efectivamente me he dado cuenta que hay palabras sin sustitución. Términos que en español convertimos en verbos. Creo yo que es una evolución del lenguaje. Al final, no hablamos castellano como Cervantes, porque la lengua es una manera de comunicarse que se adapta a través del tiempo.

    ResponderEliminar
  2. Totalmente de acuerdo contigo, tal vez creamos palabras (yo lo hago a diestra y siniestra) pero lo interesante no es solo crearlas, sino que el mundo se ha vuelto tan pequeño e intercomunicado, gracias a los medios de comunicación, que las palabras se propagan y terminan siendo utilizadas por gente que en tu vida conocerás.. Me parece interesantísimo como una persona puede influenciar a toda una masa.

    Saludos y besos apachurrados.
    La abeja sin miel

    ResponderEliminar
  3. Creo que nunca me habìa sentado a analizar al respecto. El uso de extranjerismos para expresarnos se ha vuelto algo tan natural que ya pràcticamente ni lo notamos.
    Personalmente tengo un cierto conflicto con escribir estas palabras fonèticamente. No sè, es como una pintura con una mancha, con un defecto,simplemente me incomoda, no se siente bien.
    Aùn asì, eso es lo de menos. El punto importante es que al lenguaje le està pasando lo que a nuestra cultura: Se està universalizando.
    Eso es lo que pienso. Y que còmo lo sustento??
    Ana me mandò un video muy interesante al respecto, dura 55 mins, asì que te lo recomiendo para una tarde "de esas" de domingo:
    http://www.youtube.com/watch?v=TPAO-lZ4_hU
    Un abrazo.

    Maga

    ResponderEliminar
  4. Al igual que Maga, a mi tambien me cuesta mucho trabajo escribir esas palabras foneticamente (chance porque todavia vivo del otro lado del "Rio Grande"), porque siento que promueven mal ingles y mal espanol. Sin embargo, me encanta escuchar que se esta popularizando el importar palabras del exterior y el convertir en verbos palabras tan importantes como "google." El ingles me parece un idioma muy rico, precisamente porque no tiene ese "nacionalismo linguistico" y se da la libertad de adoptar palabras de diversos idiomas. Interesantemente (me fume la palabra? =)), lo hace sin hacer uso de fonetica; las importa tal y como son en su forma original. Interesante diferencia cultural?
    Muchos saludos!

    ResponderEliminar
  5. Alguien me podría definir a palabras claras lo que es LENGUAJE DIGITAL?
    gracias!

    ResponderEliminar

¿Y ÉSTE QUÉ?

Mi foto
Un observador del mundo actual. Leo. Luego escribo. A veces me cuesta trabajo comprender que existo. Pero me gusta observar el mundo actual y plasmarlo en letras. No hay mucho más.

SI BUSCAS...

Subscribe via email

Enter your email address:

Delivered by FeedBurner

Subscribe Now: Feed Icon