jueves, 10 de septiembre de 2009

090909

Me gusta la gente optimista que se levanta diciendo: “hoy será un gran día”. En verdad me parece admirable, una actitud correcta ante un potencial infierno en puerta. Yo soy uno de esos optimistas, a mi manera, al menos soy un entusiasta que intenta traducir en retos los obstáculos. Pero este nueve de septiembre seguramente fue capaz de romperle la madre a más de uno. Porque fue un día que amaneció con encabronamiento masivo, con indignación colectiva.

Impuestos. Supongo que la palabra por sí sola tiene una sorprendente carga de molestia. Es como escuchar dentista, pocas personas sienten emoción al escuchar que tendrán que aparecerse en la sillita que se mueve a que lo alumbren con luz directa para meterle minitaladros en la boca abierta hasta secarse, mientras le ejecutan una llamada “limpieza” para quitar el sarro y esas cosas. Por lo tanto, si no nos gusta escuchar la palabra dentista porque nos trae a la mente memorias incómodas, menos nos gustará escuchar la palabra impuestos, mucho menos cuando viene acompañada por la palabra más. Mancuerna maldita. Y si a esto le aumentamos que dichas palabras, disfrazadas de noticia, caían por todas partes, el malestar se convirtió en una mezcla de pánico e indignación colectivo que sólo se pudo callar por unas horas poco más tarde.

Porque resulta que secuestran un avión. No mames, yo quería hablar de las broncas financieras de Annie Leibovitz y su fotografía. Pero no. Secuestraron un avión. De nuevo, pánico e indignación. Horas (o minutos, digamos) de angustia que fueron resueltos de la mejor manera, limpio, hermoso, perfecto. Sin contratiempos, con un comando armado de agentes federales de primerísima que llevó a cabo un peligroso operativo para rescatar a los secuestrados. Por supuesto que todo salió a pedir de boca. El secuestrador era un fanático religioso con ganas de llamar la atención y hablar en las cámaras de televisión, igualito al ciudadano cero del que canta Sabina, un tipo de fundamentalista mandando un mensaje de su dios particular, pero con menos ganas de joder. Mientras tanto, nosotros vueltos locos pensando en qué chingaos querrá un secuestrador boliviano con nuestro querido presidente. La respuesta, nada. Un loco y ya. De chocolate. Una noticia de chocolate. Y México regresó al encabronamiento masivo con el que amaneció escuchando la palabra Impuestos. Entonces se convierte en una cuestión de semántica, la palabra secuestro también nos tiene muy mal acostumbrados, la escuchamos en las primeras páginas con tanta frecuencia. Impuestos y secuestro. No importa si fue un avión llevado al terror con dos paquetes de jumex y cinta canela. No importa nada. Es la palabra: secuestro. Puta madre. Qué dolor. Impuestos. ¿Quién los paga con gusto? Nadie. Nos molesta la palabra, nos molesta la noticia, nos molesta como si nos dirigiéramos directito a una endodoncia.

Un tráfico tremendo y lluvia. Consecuencias de vivir en una ciudad exactamente como esta. Ajetreo y locura. Para que al final del camino, nos riamos, encontremos la guasa y el optimismo. De vuelta a la mediocridad, al aceptar. Al recibir con risa y tranquilidad una noticia que en otros países ha cambiado la historia. A poder decir que las cosas pasan, cuando en realidad, lo malo es que nada pasa. Nos dicen lo que quieren y como quieren. Triste. Y al final del camino todos cuidamos las apariencias y seguimos igual, sin importar cómo nos gobiernan, cómo nos dan las noticias, qué pensamos o qué no. El chisme gana, el morbo gana. Y la indiferencia termina como siempre ganando el primer premio. Perro que ladra no muerde. Y creo que es hora de que alguien suelte a los perros de defensa para que los asaltantes dejen de robar.

Entre más nos hagamos pendejos, más libres nos sentiremos, pero no más libres seremos. Yo no acepto que me quieran tapar el sol con un dedo. Y creo que cada vez somos más los que exigimos que nos dejen de fabricar noticias para emocionarnos. Vivimos en la angustia constante de la cita con el dentista, pero clavados en la comodidad de saber que hoy, justo hoy, no iremos. Eso es conformismo y yo no lo aguanto más.

Entonces, escribo.

10 comentarios:

  1. Me siento muy identificada, nos quejamos, sabemos que tenemos que hacer un cambio para que las cosas cambien, pero es tan cómodo dejarle todo a los demás o "a ver que pasa" también lo es echarle la culpa a los demás, y quedarnos como simples espectadores de ver como se derrumba pero mientras estemos "bien" pues esta "bien" para nosotros, como cuando hay una piedra en el camino y todos le sacamos la vuelta en vez de hacerla a un lado, pero claro no vamos a beneficiar a otros con nuestro esfuerzo eso no está en nuestra cultura, nos hemos vuelto tan egoístas e insensibles...es una gran decepción.

    Gracias por compartir

    La magia de un abrazo.

    Marian.

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  2. Creo que es extenuante todo lo que evitablemente pasa en México, las cosas siguen igual o en ocaciones pienso que peor...al leerte pienso como las cosas suceden y invariablemente no hacemos nada para cambiarlas...tal vez uno no haga tanto pero muchos hara algo??, en fin en tu lectura veo como hablas de cosas tan negativas que nos afectan a todos y bueno no pude evitar entre tantas cosas negativas agregar lo que vivimos aqui en Sinaloa (violencia) que indudablemente nos afecta pues ya no sales a la calle tan agusto como antes...Pero en fin México es nuestro país y sabes me gusta mi país, asi que no puedo también yo dejar de ser POSITIVA y pensar que las cosas pueden cambiar para ser mejores... Crees que sea un sueño??? Pues a lo mejor uno dificil de cumplir...Pero aun creo que los sueños se pueden hacer realidad. Saludos y un Beso

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  3. Mi estimado:

    Ayer, después de todo el relajo del secuestro, viajaba en metrobus y a patita por las congestionadas calles de nuestra ciudad. El caos provocado por la lluvia fue inmenso, en verdad terrible pero a la vez soportable.

    Había sido un largo día, igual que tú y muchos, indignado por el asunto de los impuestos, por el asunto pendiente de la guardería ABC, por el asunto de violencia en todo el país, y sí, sobre todo, por el asunto de estar secuestrado por una bola de ineptos que estarán siempre en el poder (sea cual sea el color).

    Llegaba a mi casa muy noche y lo primero que hice fue platicar con mi padre del día vivido. "En verdad que todo esto es surreal", le platico. "Ojalá fuera eso, lo malo, es que es más que real", me contestó...

    SOBREVIVE MÉXICO debería ser la nueva campaña, no Vive México... El cambio no está en los políticos, sino en nosotros, en nuestras casas con nuestra familia. 2010 es una excelente oportunidad para un movimiento, no armado, pero sí una reflexión profunda. Revolución 2010 de ideas, de propuestas. El mexicano debe demostrar que todo tiene un límite y salirnos de esa incómoda comodidad a la que te refieres al saber que hoy no, hoy no nos sentaremos ante el dentista...

    ¡Un abrazo!

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  4. Una Nación de Petatiux.

    Un abrazo, carnal.

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  5. Y eso que no hablaste del partido...

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  6. No son noticias fabricada, joven vate. Bien lo sé. La locura galopa, tu optimismo la contrarresta. Recuerda: un pueblo corrupto produce gobiernos más corruptos, no es al revés. Y los poetas esenciales como tú generan libertad y justicia. No dejes de gorjear twits. No dejes de escribir. Un abrazo. Gracias.

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  7. Ayer te note un tanto desesperado cuando la noticia se esparcia en Twitter y creo que existia en muchos de nosotros el mismo sentimiento, efectivamente, mientras el cambio no se experimente en nosotros mismos seguira sin pasar absolutamente nada y tendremos muchos mas 090909, me gustaria que los mexicanos, aprendieramos y evolucionaramos, pero no, solo nos contentamos con que gane la selección.

    Yo seguire en mi intento de evolucionar y dar lo mejor de mi para que al menos a mi alrededor comience a experimentarse un cambio.

    Saludos

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  8. Los medios han inundado tanto los secuestros, muertes y demases, que poco menos que México fuera el Irak de latinoamerica.
    Se habla de las muertes de Cd. Juarez, pero no se toca el tema de los feminicidios y de la impunidad que le envuelve.
    Hay una campaña del terror contra México, creo que contra eso deben luchar además.

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  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  10. Lo he impreso y leído, y te doy toda la razón.

    Queremos cambios, primero nos quejamos de los impuesto, nos sale lo del supuesto secuestro, loco con sus cinco minutos de fama, y hay estamos todos preocupados, indignados y especulando ¿para que secuestrar un avión aquí? ¿No les gusto la especulación de los impuestos a los secuestradores? o.o
    Ja, ja, ja, eso ya fue de mi cosecha, pero es verdad, no hacemos nada y si lo hacemos simple, ni caso nos hacen.

    Aun recuerdo las marchas que se hicieron aquí por el goberprecioso (Marín) ¿hicieron caso?, no que va el muy, nos tiro de locos.

    A veces pienso ¿que sirve gritar, marchar? si no nos hacen caso, creo como tu las letras nos dan tanta fuerza, debemos hacer algo no solo quedarnos calladitos y digiriendo las noticias, para que después de mucha queja termina uno aceptando lo que nos imponen.

    El día 16 celebramos la independencia de México, me pregunto ¿que se sentirá ser independiente sin tener que ser esclava de pagar tanto impuesto?

    Natalhye

    PD. a mi no me molesta ir al dentista je, je, je

    PD. disculpa faltas de ortografia o incoerencias, ando medio dormida y cansada pero si que te doy la razón

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Un observador del mundo actual. Leo. Luego escribo. A veces me cuesta trabajo comprender que existo. Pero me gusta observar el mundo actual y plasmarlo en letras. No hay mucho más.

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