Octavio y Bros reciben un mensaje. Doce horas, reza. Ambos saben lo que esto significa. No tienen escapatoria y no tienen tiempo. La única persona que podría ayudarlos está en Lima, Perú. Es una mujer peligrosa. Sería arriesgado contactarla, pero no hacerlo era una muerte segura para ambos.
No había tiempo para viajar a Lima. Octavio tenía un conocido en la embajada que le debía favores, decidieron ir a verlo. Llamaron por teléfono para asegurarse de que se encontrara en su oficina a esa hora de
Al llegar ahí, fueron atendidos como viejos amigos. Carlos, el miembro de la embajada dijo que los ayudaría en todo lo que fuera. Sin embargo, al escuchar de qué se trataba, con quién los tenía que reunir, su semblante cambió, tiró el vaso que llevaba en la mano y se disculpó.
-Disculpa, hermano. En eso no te puedo ayudar. De ninguna manera.
El tiempo se acababa
INICIO QUINTO CAPÍTULO
En Lima, ella lo sabía todo. Conocía las intenciones de Joaquín. Se quería vengar de él a toda costa.
Tenía una oportunidad de hacerlo, justo ahora. Sólo necesitaba escuchar de Octavio. Él deduciría cómo llegar a ella.
¡La vida se soluciona con letras!
Vamos a escribir juntos.
Pocas horas.
¡A darle!
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