viernes, 4 de septiembre de 2009

ESE MUNDO REAL <> LAER ODNUM ESE

La tarea del mundo real es descifrar situaciones extraordinarias, armar rompecabezas que nos lleven a algún sitio. En el mundo real la tarea es encontrar la complicación correcta para resolverla y salir triunfante. En el mundo real intentamos definirnos. Poco a poco, de una u otra forma.

Y yo llego aquí: a mi mundo imaginario. A ese solitario planeta en el que soy protagonista y lidio, como puedo, con mis ideas y con el afán de compartirlas. En el mundo real, algunas veces necesito reprimirlas. Entonces, caminando por la línea, descubro que el mundo entero está en mi cabeza, que existe porque soy testigo, que el mismo mundo en el que escribo es en el que tengo que comer, en el que tengo que vestir. El mismo mundo en el que vivo tiene que tomar el afamado título de “mundo real” una vez que cobra vida. Y el asunto se vuelve confuso. Así que intentaré ordenarlo en el texto para que pueda ser leído en el mundo real.

Empiezo por la piel y las heridas, por los momentos que nos hacen suspirar de placer y de dolor. Por las frustraciones que vivimos día a día en el trabajo, con nuestra pareja, con el pendejo microbusero que nos estropeó por completo el día con su absoluta inconsciencia. Empiezo por ahí, por los besos que nos hacen sonreír hasta cuando los imaginamos, por la piel que nos hace estremecer hasta cuando está lejos. Empiezo por el hecho de ser meramente humano y tener que sobrevivir como tal.

La contraparte. Puta madre. No sé cuál es la contraparte, pero intentaré plasmarla por aquí de una u otra forma: los sueños. Ese personajito de caricatura que nos dice lo que queremos ser y qué camino debemos de tomar para lograrlo, ese caleidoscopio de colores que nos llena de imágenes nuevas y desconocidas, el duendecillo que nos hace escribir, pintar, gritar, diseñar, planear, dirigir, administrar; todo eso mucho mejor de lo que lo hacemos, que nos hace creer que podemos ser el director de cine que siempre soñamos, o uno de los mejores guitarristas del mundo. Ese duendecillo que nos dice cómo hacer para lograrlo. Esa es la contraparte. Creo.

¿Y luego? Es ahí donde empezamos a jugar, a buscar los medios correctos para juntar nuestros sueños con ese mundo real que a veces suena a tormenta, pobreza y cavernas, pero algunas veces nos llena de pasiones, placeres y maravillas. Así es la vida, ya qué. Y mientras, entro al foco del meollo. Nuestras dos profundas emociones, intentar salir adelante y hacer lo que más queremos. ¿Qué hacer? ¿Cómo sobrellevarlo? ¿Qué carajos podemos cambiar para lograr nuestros sueños?

Yo creo en algo, y es lo que hago. Jugar a que son verdad, a que lograremos cambiar al mundo real. Al final del camino, estamos frente a una nueva versión de dicho mundo, frente a un escaparate que brilla y nos da oportunidades. Los cambios vienen: seguro. Creo que más pronto que tarde y también creo que serán más significativos y tajantes de lo que pensamos. Estamos viviendo el inicio de una nueva era económica y social, el inicio de un nuevo mundo. Podemos esperarlo de frente y aprovechar para ser lo que siempre quisimos ser.

Yo seguiré jugando a que lo hago.

2 comentarios:

  1. Que hermosas palabras!! en verdad q en la vida se te presentan muchos senderos, buenos y malos, algunos largos, otros cortos! pero al final del camino q es lo q puede mas, que tiene mas poder si no lo bueno! Cuando sonries cuando aprecias lo lindo..Es muy rara la vez q al final de un dia, alguien se pueda concentrar en el lado obscuro, tu sigue jugando y escribiendo, nosotros seguiremos disfutando!!

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Un observador del mundo actual. Leo. Luego escribo. A veces me cuesta trabajo comprender que existo. Pero me gusta observar el mundo actual y plasmarlo en letras. No hay mucho más.

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