miércoles, 7 de octubre de 2009

ALICIA

La garganta seca aquella mañana quiere contar historias. Pero Alicia no está dispuesta a escucharlas. Camina hacia la cocina, las piernas le tiemblan, busca un vaso para servirse agua. No recuerda, no le interesa recordar. Lo tendrá que hacer más temprano que tarde. Por el momento no lo hará. Llena el vaso con agua de la llave, bebe desesperada, el frío le raspa el cuello por dentro, lo siente en la piel. ¡Maldita sea! El agua no ayuda a curar la sequedad de la garganta, el no recuerdo no ayuda a curar la sensación de vacío y angustia.

Regresa con rapidez a su recámara. La cabeza la tortura, el alcohol sabe su cuento. Tiene que salir de casa. Urgente. Necesita huir de aquel lugar. Toma sus jeans, no se preocupa por lo demás, coge el dinero que encuentra, lo mete arrugado a la bolsa, el par de zapatos y sale. El sentimiento de esa casa la mataba, no sabe adónde dirigirse, tiene dinero, ahora ya tiene dinero. Camina. Busca un lugar más seguro para tomar un taxi, no tiene idea de la hora, pero no tiene mucho de haber amanecido. Camina, esa ropa no parece suya, no es suya. No sabe de quién es, pero ahora no le importa, dejará la noche atrás.

Había sido champaña, eso es. La siente en el estómago todavía, su sabor en la lengua, mezclado con otros sabores, sabores a hombre. Tal vez a hombres. No sabe qué día es. Camina. Tal vez domingo, quizá lunes, ¿cuándo se perdió? Llega a una Avenida, desolada. Espera a que llegue un taxi. El taxi no llega. Ella piensa. Recuerda. No quiere recordar pero recuerda. Sigue caminando por la acera para dejar de hacerlo. No lo consigue. Una lágrima gana la partida. Brota. Así. Brota. No sabe cuántos minutos han pasado, pero escucha el ruido de un auto detenerse junto a ella. Es un taxi. Sube, da la dirección. El taxista incrédulo, mudo maneja. Ella dice que trae dinero. El taxista no lo dudó nunca. Manejan, avanzan. Falta mucho tiempo para llegar. Pero Alicia no duerme, no puede dormir. Si duerme lo perderá todo.

Recuerda la champaña, recuerda a un hombre. A otro. Recuerda a otras mujeres como ella. Recuerda todo. No quiere hacerlo. Recuerda que le dieron dinero. No quiere recordarlo. Es una puta. Sí. Pero no quiere serlo. No quiere ser ella. No quiere ser nadie.

El taxista se detiene. Ella reconoce con la poca lucidez que le resta. Todo. El lugar, la casa, los fotógrafos.

Alicia, piensa, tus papis te esperan para celebrar tus quince años. Debiste haberlos matado cuando pudiste.

8 comentarios:

  1. Esta demoledor!!! que triste lo que orillara a una jovencita a hacer eso y sin embargo sucede todos los dias!!

    Bro!! el relato es lo tuyo, aunque la poesia la haces excelentemente bien!!

    Felicidades!!!

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  2. Increible el relato, en verdad genial.

    El ultimo parrafo absolutamente impredecible, Gracias por cumplir el capricho de un relato.

    Saludos!!!

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  3. Lo comenté en Twitter, pero lo digo acá. Me hubiera gustado que hubiera sido un poco más largo.

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  4. como dice haynomames y haciendo honor a su nick... me gustó principalmente el final

    sigue asi ;)

    Atte: @OmaruS

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  5. Esos finales tuyos, siempre me impresionan, como q quiero mas de la historia, y luego no tanto!!

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  6. Excelente!!! como siempre el final impredecible...pienso que puede estar viviendo una niña de esa edad...para estar en esa situación...tema fuerte y lamentablemente muy usual actualmente...me gusto mucho Felicidades!!! Saludos!!

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  7. S-u-b-l-i-m-e
    como siempre termina de tajo en lo mejor dejando el trabajo a la imaginación del lector

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  8. GENIAL, de verdad, me gustó mucho, y como siempre el final totalmente inesperado. Tus finales siempre me impresionan por que no los espero, pero siempre me encantan.
    Eres bueno, muy bueno. Disfruto leyendo tus relatos por la gran inmaginación que llegas a tener, y con tus poemas siento y vibro.
    Mil gracias por escribir y por el placer que tus letras me hacen sentir siempre al leerte.
    Beso...

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Un observador del mundo actual. Leo. Luego escribo. A veces me cuesta trabajo comprender que existo. Pero me gusta observar el mundo actual y plasmarlo en letras. No hay mucho más.

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